Mi querido Alfredo,

Después de tantos años juntos, creo que ya merecemos un trofeo… o mínimo una placa conmemorativa por aguantar nuestras locuras el uno al otro. 😆 Aunque, siendo sinceros, no cambiaría ni un solo día a tu lado.

Hemos construido una historia llena de risas, abrazos, retos y amor del bueno, de ese que no necesita palabras para sentirse. Porque aunque el tiempo pase, aunque las canas aumenten y aunque sigas diciendo que no necesitas instrucciones para armar cosas (cuando sí las necesitas 😏), sigues siendo mi persona favorita.

Gracias por ser mi compañero, mi amor y mi refugio. ¡Feliz San Valentín, mi eterno cómplice! ❤️

Con todo mi amor,
Rita